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Las comunidades étnicas y el derecho a reclamar sus derechos

Santiago Castillo Sepúlveda


Las comunidades étnicas no piden nada más allá que la protección de sus derechos

fundamentales.


El 2020 ha sido un año especialmente difícil para los grupos étnicos… La pandemia, la violencia, el incumplimiento de los Acuerdos de Paz, los asesinatos a sus líderes y las constantes amenazas a sus territorios se han venido sumando a la carga histórica de violencia que ha azotado a estos grupos durante siglos. A pesar de que Colombia es uno de los países cuya normativa consagra más derechos a las comunidades tradicionales, también es el lugar donde más se violan y se desconocen (Rodriguez, 2019).


En el marco de la movilización de la Minga de Suroccidente que llegó a Bogotá el domingo 18 de octubre -luego de la negativa del presidente Iván Duque de reunirse con ellos en Cali- mucho se ha hablado sobre el propósito de la movilización. El miércoles 21 de noviembre la minga inició el retorno a sus territorios con el propósito de emprender acciones jurídicas al haberse agotado el recurso político ante la negativa de Duque de reunirse con ellos (Tapia, 2020)... Las jornadas fueron pacíficas y a pesar de que no lograron su objetivo de reunirse con el presidente, el movimiento y sus reclamos se hicieron escuchar.


Sin embargo, ante la desinformación que existe en redes y la estigmatización que sufren los miembros de las comunidades, es importante precisar y comprender lo que pide la minga en pro de la protección de sus derechos fundamentales. Las razones que tienen para movilizarse son más que suficientes, y no buscan más que la protección de derechos que son sistemáticamente violados en sus territorios. Los puntos clave alrededor de los que se tejen las exigencias de la minga son la vida, el territorio, la democracia y la paz. ¿Cuáles son los reclamos sobre cada uno de los puntos?


La vida ante masacres y los asesinatos de líderes sociales…¿Es mucho pedir?


Según Indepaz, 243 líderes sociales han sido asesinados este año en Colombia. De esa alarmante cifra, 119 asesinatos se perpetraron contra líderes indígenas, afrocolombianos, comunales y/o campesinos del suroccidente del país (departamentos de Putumayo, Huila, Cauca y Nariño). De esos 119 asesinatos, 83 ocurrieron en el departamento del Cauca (Indepaz, 2020)


Es un hecho que existe una concentración de violencia muy demarcada en el suroccidente del país y especialmente, en las regiones con mayor concentración de grupos étnicos. En dichos territorios confluyen las agresiones, las amenazas y el miedo creado por los diferentes actores armados legales e ilegales, el derecho fundamental a la vida es constantemente violado. La violencia, los asesinatos selectivos y las masacres son recurrentes en sus territorios y el llamado es a que el Gobierno busque medidas, en coordinación con las autoridades étnicas, para que la violencia cese. ¿No es razón suficiente para movilizarse?


Adicionalmente, en lo que va del año han ocurrido 68 masacres en el país (Indepaz, 2020). Más de un tercio de las masacres se concentran en el mismo territorio suroccidental, donde diferentes grupos ilegales se disputan el control económico y político ante la ausencia del Estado. El Gobierno entre tanto, reduce el problema al “narcotráfico” y los cultivos ilícitos, sin entender las diferentes dimensiones que dan origen a la violencia, como las disputas de los diferentes grupos armados por el manejo del territorio en zonas donde antes dominaba las FARC. Los miembros de comunidades indígenas, afro y campesinas son al final los más afectados por la violencia. Reclamar el derecho a la vida es lo mínimo que pueden hacer.


El territorio: La defensa de lo sagrado


El territorio constituye un eje fundamental en la cosmovisión de los grupos étnicos que conviven en el país. La protección del territorio y el reconocimiento a la propiedad colectiva de tierras es un derecho reconocido tanto a las comunidades indígenas -a través de la Constitución y el desarrollo legislativo subsiguiente-, como a las comunidades afro -a través de la Ley 70 de 1993-. Sin embargo, el territorio es constantemente amenazado, tanto por los grupos ilegales, como por los proyectos extractivistas del Gobierno.


Mientras que los grupos ilegales ejercen violencia física contra las comunidades por el control territorial, el Gobierno ha buscado expandir los megaproyectos extractivistas en puntos que entran dentro de los ámbitos territoriales indígenas o los afectan de algún modo.


Incluso, se ha buscado vulnerar uno de los derechos colectivos más importantes que tienen las comunidades étnicas en el país, que es el derecho a la consulta previa - El derecho a la consulta previa es el derecho fundamental que tienen las comunidades étnicas del país a ser consultadas sobre cualquier decisión que las afecte positiva o negativamente para preservar su integridad étnica, económica, cultural y social. Esto incluye por ejemplo, las decisiones que se tomen sobre el manejo y la explotación de recursos naturales en sus territorios o que les puedan afectar directamente-.


Desde el gobierno de Álvaro Uribe, dicho derecho fundamental colisionó con la idea de “confianza inversionista” y hoy en día sigue chocando con la idea de desarrollo a partir de la explotación de recursos naturales a través de la inversión extranjera. Incluso, en muchos casos ha sucedido que grupos armados atentan contra las comunidades en aras de defender algún proyecto de explotación del suelo. En lo que va del mandato de Duque, han

sido varias las veces donde se ha buscado reformar o limitar dicho derecho (Comisión Nacional de Territorios Indigenas, 2020) ; no obstante, cualquier amenaza a la consulta previa implica una amenaza directa a la autonomía y preservación de las comunidades.


Me quedo corto presentando los reclamos sobre el territorio que hacen los grupos étnicos. Sin embargo, es de vital importancia entender que tanto los grupos ilegales, como el Gobierno atentan constantemente contra el derecho a la propiedad colectiva de tierras que tienen los grupos étnicos. Al hacerlo, dichos actores ponen en riesgo la subsistencia, la seguridad alimentaria, la preservación de la identidad étnica y la autonomía de los pueblos.


La democracia: Participar en las decisiones políticas sigue siendo un derecho fundamental


Las ideas alrededor de la democracia que plantean las comunidades étnicas pueden ser las más polémicas. De ellas se sirvieron los medios y los políticos afines al Gobierno cuando juzgaban el carácter político de la minga... Sin embargo, ¿Qué es precisamente lo grave y deplorable de juzgar el accionar político de un gobierno?


Lo que los grupos étnicos temen es la concentración del poder que ocurre en Colombia, donde un mismo proyecto político tiene en sus manos el ejecutivo, la mayoría del legislativo, la Fiscalía General de la Nación e instituciones de control como la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo. Los signos preocupantes de autoritarismo vistos en el desproporcionado número de decretos expedidos en el marco de la pandemia, los ataques a las decisiones de las Altas Cortes por parte del Gobierno, la estigmatización hacia la protesta, entre otros actos, alarman a diferentes sectores dentro de los que se encuentran las comunidades étnicas del país. No hay que olvidar que aquel es el mismo proyecto político es el que constantemente busca limitar sus derechos y estigmatizar sus acciones.


Más allá de afirmar si es válido o no aquello que afirman las comunidades, lo importante es entender que están en todo su derecho de hacerlo. Como cualquier otro colombiano, los miembros de grupos étnicos tienen el derecho a la libertad de conciencia, la libre expresión, la manifestación pública y pacífica y la libre asociación -Artículos 18, 20, 37 y 38 de la Constitución Política de Colombia respectivamente- . Sus preocupaciones son válidas ya que de la democracia y el estado de derecho dependen la protección de sus derechos fundamentales en su condición de grupos diferenciados y de especial protección constitucional.


Por su parte, se alega también en favor de las garantías para la protesta social, las garantías a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, la participación política y el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos.


La paz: En ella confluye todo


Uno de los reclamos más importantes que hacen las comunidades étnicas del país, es el por el cumplimiento del Acuerdo de Paz. La violencia vivida en los territorios que desemboca en la violación sistemática de derechos humanos da cuenta de una deficiente implementación de los acuerdos. Los grupos étnicos exigen ser escuchados y que sus territorios dejen de ser escenarios de guerra.


Tanto la implementación de los Acuerdos de Paz, así como como retomar los diálogos con el ELN son vital importancia para la garantía de la protección de la vida, el territorio y la democracia.


En cuanto a algunos de los puntos del Acuerdo, la reforma agraria integral es indispensable para cerrar las brechas entre las regiones y las ciudades, en tanto que en los territorios indígenas la pobreza y la inseguridad alimentaria amenazan constantemente a los habitantes. La participación política es indispensable para asegurar las garantías de la oposición y de los movimientos sociales como los que conforman los grupos étnicos. La solución del problema de las drogas que es uno de los focos del conflicto en el suroccidente y su solución a través de la sustitución voluntaria es imperativa, en aras de proteger la integridad, la salud y la seguridad alimentaria de los grupos étnicos. Por su parte, el cumplimiento del Capítulo Étnico en todo el proceso de implementación es necesario para reconocer y proteger a las comunidades como víctimas del conflicto y sujetos de derechos diferenciados.


Claramente el derecho a la paz no se logra simplemente con la implementación del Acuerdo; sin embargo, es necesario avanzar en la implementación para buscar la disminución de la violencia en los territorios. Reclamar que se cumplan los Acuerdos es de suma relevancia para buscar la preservación de las culturas, los territorios y la subsistencia de las comunidades.


Y entonces… ¿Es válido movilizarse?


Por más de que estemos en medio de una pandemia, los diferentes grupos tienen el derecho a organizarse y reclamar que se protejan sus derechos fundamentales. La movilización y los reclamos de los grupos étnicos no son un capricho, sino una reacción legítima ante una situación crítica en sus territorios. En los últimos cuatro años, más de 300 líderes indígenas y 600 líderes afro, campesinos y comunales han sido asesinados. El conflicto persiste en sus territorios y la respuesta del Estado suele ir en contravía del bienestar de los grupos afectados.


Existe una ausencia del Estado, que se ha limitado a sobre-militarizar los territorios, generando aún más violencia. Las comunidades no son escuchadas y sus derechos son violentados. Entre tanto, los grupos son estigmatizados y siguen siendo víctimas de racismo y discriminación en manos de la opinón pública y el Gobierno.


Si la vida, la tierra, la seguridad alimentaria y la subsistencia como grupos culturalmente diferenciados está en riesgo, lo mínimo que pueden hacer las comunidades es manifestarse. Por su parte, lo mínimo que debe hacer el Gobierno es escuchar los reclamos y garantizar los medios para que la manifestación sea posible, en lugar de satanizarla y buscar deslegitimar sus motivos.



 

Comisión Nacional de Territorios Indígenas “Comunicado público – Organizaciones indígenas denuncian la adopción de medidas regresivas adoptadas por el Gobierno de Iván Duque frente al derecho de la Consulta Previa”, 16 de septiembre de 2020 http://cntindigena.org/comunicado-publico- organizaciones-indigenas-denuncian-la-adopcion-de-medidas-regresivas-adoptadas-por-el-gobierno- de-ivan-duque-frente-al-derecho-de-la-consulta-previa/


Gloria Amparo Rodrpiguez, Breve reseña de los derechos y la legislación sobre comunidades étnicas en Colombia (Bogotá: Universidad del Rosario, s.f), 19


Tania Tapia Jauregui , “Ya no vamos a dar una conversa con el presidente”: la Minga en Bogotá”, Cerosetenta, octubre 20 de 2020 https://cerosetenta.uniandes.edu.co/ya-no-vamos-a-dar-una-conversa-con-el-presidente-la-minga-en-bogota/#


Indepaz, “Líderes sociales y defensores de Derechos Humanos asesinados en 2020” Actualizado permanentemente desde el 1 de enero de 2020 http://www.indepaz.org.co/lideres/


Indepaz, “Informe de Masacres en Colombia durante el 2020” Actualizado el 20 de octubre de 2020 http://www.indepaz.org.co/informe-de-masacres-en-colombia-durante-el-2020/

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